
Santa Brígida celebra los 500 años de su parroquia
20 octubre 2025 -6:30 pm - 25 octubre 2025 -10:00 pm

Hace cinco siglos se levantó en Santa Brígida una pequeña ermita que marcaría el inicio de una historia que perdura hasta nuestros días. Corría el año 1525 cuando las primeras campanas llamaban a los fieles al primer culto, bajo la guía del capellán Pedro Sitronela. Fundada por Juan de Maluenda, propietario de un ingenio azucarero, e Isabel Guerra, viuda del conquistador Juan de Sanlúcar, la parroquia no solo fue un centro religioso, sino también un testigo silencioso de la historia de la villa. Lo que entonces era un modesto refugio espiritual, rodeado de una vivienda, una cocina y un corral para animales, con el tiempo se transformaría en la majestuosa iglesia que hoy celebra su 500 aniversario.
El Ayuntamiento de Santa Brígida, a través de la Concejalía de Patrimonio Cultural e Histórico, celebra este medio milenio con visitas guiadas, exposiciones y mesas redondas que se desarrollarán entre la Sala Lola Massieu y la Iglesia parroquial, invitando a residentes y visitantes a recorrer un legado que combina historia, arte y fe, y que sigue vivo en el corazón del casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural.
Patrimonio
Desde su erigimiento oficial como parroquia en 1585 hasta la riqueza artística que alberga en su interior, se ha convertido en un símbolo del patrimonio satauteño. Su arquitectura refleja la fusión de estilos que narran siglos de evolución: del neogótico de arcos apuntados y pináculos que desafían al cielo, al neoclásico de arcos de medio punto y rosetones que armonizan la fachada principal. Destaca la belleza del campanario, que sobresale de la fachada. Su primer cuerpo tiene aspecto defensivo, con ventanas saeteras en sus sobrias fachadas. En el cuerpo medio apreciamos un precioso balcón de madera que rodea y abraza a la torre.
En su inmueble destacan obras de valor incalculable, como el cuadro de Ánimas del siglo XVII y la Dolorosa con el niño de José Luján Pérez, restauradas con esmero por Amparo Caballero Casassa, encargo de la Delegación de Patrimonio de la Diócesis de Canarias.